sábado, 3 de octubre de 2015

Salto al vacío


Dame tu mano. Te ayudo a saltar al vacío cálido entre mis piernas...



Calentar a fuego lento...


Calentar a fuego lento la espera. Deslizar un sueño entre dientes y un deseo entre pestañas. Calentar si algo quedó frío en tus sábanas. Un recuerdo de la felicidad en un instante. Tus ganas y mi pereza. Calentar cada segundo que escapa en los suspiros. El comienzo sin ganas lo intenta. Vaya si lo hace. Calentar cada palabra que hace tiempo resbalan por tu pecho. Un otoño sin ojas. Un capricho malcriado. Una caricia que mata. Una sonrisa por ti. Una mirada tímida. Tus dedos dibujando mi rostro. Calentar hasta punto de ebullición.


Un poco más lento

Despacio. Más despacio. Un poco más lento. Con calma. Suave...

Me pregunto cuántas veces al día piensas en mí...


Sin escondite


Un soplo de aliento

Un soplo de aliento. Es todo lo que queda recatado en el dormitorio. Girar el cuerpo intentando apartar al descaro. Apoyar las manos sobre el frío cristal de la ventana y esperar...
Esperar la furia con la que sujetas mi cadera con tus firmes manos y sentir poco a poco el calor que emana tu piel acercarse. Oír tu lengua humedecer tus labios e inclinarte hasta posarlos al final de mi espalda. Lamer cada vértebra hasta llegar a la nuca. Un pequeño mordisco, ladear mi cabeza y perder el tiempo entre tanta explosión de escalofríos que nacen con tus dientes en mi garganta.


Sin destino...